Un aparatoso accidente ocurrido en aguas cercanas dejó al descubierto un secreto inesperado: más de un millón y medio de euros estaban ocultos en el interior de un lujoso yate. Fuentes policiales confirmaron que el hallazgo fue posible tras la intervención de los equipos de rescate y emergencias, quienes inspeccionaban la nave por motivos de seguridad tras el incidente marítimo, en el que la embarcación sufrió considerables daños estructurales.

El yate, valorado en varios millones de euros, viajaba con una tripulación reducida cuyos miembros resultaron ilesos tras el siniestro. Según el informe preliminar de la Guardia Civil, el dinero estaba camuflado en compartimientos especialmente adaptados dentro de la sala de máquinas y otros recovecos poco accesibles para una inspección rutinaria, lo que despertó la atención de las autoridades sobre una posible actividad ilícita.

La investigación se intensificó cuando los agentes comprobaron que ninguna entrada en la documentación del yate justificaba la presencia de semejante cantidad de efectivo a bordo. "Es inusual transportar tal suma en una embarcación de recreo y sin notificación previa", declaró una fuente policial. La ausencia de explicaciones contribuyó a incrementar las sospechas y motivó la apertura de una causa formal por blanqueo de capitales.

Especialistas en crimen económico han sido asignados al caso para rastrear el origen del dinero y su posible conexión con redes dedicadas al lavado de activos. Se están revisando detenidamente los registros de navegación del yate, así como los antecedentes de sus propietarios y los movimientos financieros relacionados. Las autoridades no descartan que se trate de una operación de tráfico ilícito más amplia en la que podrían estar implicados otros actores.

Hasta el momento, los agentes han identificado a tres personas como principales investigados, incluido el capitán del yate y dos supuestos pasajeros cuyos testimonios presentan inconsistencias. A pesar de que todos los implicados alegan desconocimiento sobre los fondos, la policía sospecha que existe un elaborado plan para encubrir el origen real del efectivo, motivo por el cual continúan las diligencias y las declaraciones.

La magnitud del descubrimiento ha generado preocupación entre los responsables de seguridad marítima, quienes recuerdan que el uso de yates privados para fines ilícitos no es nuevo, pero sí poco frecuente en episodios tan evidentes. "Es fundamental reforzar la supervisión y los controles aduaneros sobre embarcaciones de lujo que navegan por la región", advirtió un portavoz de la dirección general de la Policía.

El incidente también ha puesto en alerta a diversas entidades bancarias, a las que se ha solicitado colaboración para identificar transferencias sospechosas vinculadas con los protagonistas del caso. Expertos en transacciones financieras explican que mover grandes sumas de dinero en efectivo, especialmente sin declarar, suele estar relacionado con métodos sofisticados de lavado y evasión fiscal.

Mientras tanto, el yate permanece retenido bajo custodia judicial, y las pesquisas avanzan en distintas direcciones para determinar si existen antecedentes similares durante los últimos meses. La opinión pública sigue expectante ante la posibilidad de destapar una red criminal de mayor alcance. Las próximas semanas serán decisivas para esclarecer el origen del millón y medio de euros y las verdaderas intenciones detrás de su transporte.